Llegué a trabajar de profesor porque me interesaba transmitir mis
conocimientos y sabía cómo hacerlo, aunque no con todas las herramientas que
voy conociendo con el paso de los años, siempre tuve afinidad con los números así
que mi finalidad era impartir clases de matemáticas, empecé por impartir
informática ya que tengo la carrera de Ingeniería
en Sistemas computacionales y cumplía con el perfil, me cuestionaba mucho al
iniciarme de profesor si esa era mi verdadera vocación?, si tenía los
suficientes conocimientos y recursos para desenvolverme?, si era capaz de
transmitir las enseñanzas de manera clara?, bueno estas preguntas las fui
resolviendo con el paso de los días y de los cursos que me van actualizando.
Aún me acuerdo de la tensión que sentí los primeros días de clase,
debía aparentar que todo estaba bajo control, que tenia los suficientes
conocimientos para transmitirlos, con el paso de los días he aprendido a
cambiar contenidos a modificar mis técnicas y a tener plena libertad en cada
una de las clases.
Actualmente laboro en el Colegio de Bachilleres en Reynosa Tamaulipas,
imparto las materias de Informática y Matemáticas, donde me preparo
continuamente día a día para lograr las expectativas que espero de mis clases,
empiezo con una excelente planeación porque creo y confío que es la base para
poder tener buen desempeño con mis alumnos, ser profesor se necesita tener
mucha dedicación, paciencia, tacto y querer profundamente que las clases sean
impartidas con calidad para que los alumnos al egresar tengan las herramientas
suficientes para desarrollarse en algún empleo o seguir con sus estudios en un
nivel superior, siempre trato de dejar huella en cada clase o con cada alumno,
huellas positivas que pueden ser en determinados momentos una pista para saber
cómo dirigirse por la vida, dándoles aliento para enfrentar todos los retos que
se les vayan presentando.
La reflexión que obtuve de la lectura de José M. Esteve, ha sido que
cuando somos profesores novatos que fue mi caso, no sabemos si las palabras con
las que nos dirigimos a nuestros alumnos son las apropiadas, que estas pueden
hundirnos si no están bien estructuradas, o su contraparte si la expresión fue
buena podemos ser hasta simpáticos, también tenemos que saber cuándo hacer una
pausa, saber escuchar, saber preguntar y también estar al pendiente cuando
debemos abandonar la escena., para esto trato de dominar los códigos y canales
de comunicación como son: verbales, gestuales y audiovisuales, según el autor, saber
modular la voz y usar un tono grave cuando se requiera, yo he puesto mucho en práctica
estos consejos y me han ayudado mucho a comunicarme mejor con mis alumnos y
crear un ambiente de claro entendimiento entre mis clases.
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